lunes, 15 de noviembre de 2010

Cavilación


Doy gracias a Dios, por la maravillosa oportunidad que Él me brinda de compartir mediante este blog nuestras actividades como iglesia, como zona, cuerpo de jóvenes, etc.

Nuestra iglesia se inició en el mes de abril del año 2004, y han pasado ya 6 años y algunos meses desde que Dios honró a quienes en la actualidad son nuestros amados pastores, Pedro Antonio Aravena Cisterna y su amada esposa Myriam Luz Villarroel Novoa. Muchas han sido las experiencias vividas en estos años (que se han ido volando), muchos los hermanos que pasaron y se fueron, muchas predicaciones, zonales de dorcas, jóvenes, voluntarios, conferencias, convenciones, distritales, reuniones internas, entre una infinidad de trabajos realizados, y a decir verdad, creo que sin la ayuda de Dios, no habríamos podido llevar a cabo ni una sola labor.

En este último tiempo hemos visto (en nuestra iglesia) como Dios, ha bendecido nuestro pueblo, trayendo jóvenes y señoritas, dorcas y voluntarios, niños y niñas, y si bien creímos que Él prosperaría nuestro humilde trabajo (y lo seguimos creyendo firmemente) es maravilloso apreciar la motivación de niños que sin vivir en un entorno cristiano, rodeados de drogadicción, alcoholismo, peleas intrafamiliares, buscan de Dios. Esto es algo que solamente lo puede hacer nuestro creador. Anhelando que cada alma sea bendecida con la verdad del evangelio, hemos recibido a nuestros hermanos con amor y cariño, ese con el que Jesucristo dio su vida por nosotros.

Le invito a que sigamos buscando la llenura del Espíritu Santo, no la inicial, menos la ocasional, sino que esa abundancia PERMANENTE, que nos hace ver pequeñas las dificultades más desesperantes.

Para concluir, sigamos trabajando, haciendo todo lo posible y dejando en manos de Dios lo imposible. Como nos dice por medio de su palabra, en Gálatas capitulo 6 versículo 9:

“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”

Para mi Dios trino, digno de toda alabanza, tributo honra y gloria.

Felipe Aravena Villarroel. Comunicaciones Dios con Nosotros.

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Nuestro Obispo Carlos Sergio San Martin Pulgar

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