Cada día que pasa, cada minuto que corre sin darnos la posibilidad de ir atrás, solamente permitiéndonos recordar los momentos, nos damos cuenta que la venida de nuestro Dios esta a las puertas. Sin duda, es nuestro anhelo y no dejamos de pensar en ello, aun cuando cumplimos en nuestras labores gran parte del día, sabemos que en cualquier momento oiremos esa melodía de trompeta, y al fin podremos volar a la presencia del Dios viviente.
Ha sido un lustro, el que hemos vivido en nuestra amada Iglesia de Llolleo Alto, pero sin lugar a dudas, han sido años atiborrados de sucesos y situaciones inolvidables, el inicio de una obra. Siendo Dios sustentador imprescindible de nuestros amados pastores, Pedro A. Aravena Cisterna y su amada esposa Myriam L. Villarroel Novoa, a quienes nuestro amado Señor les fortaleció en aquellos puntos de predicación, primeros cultos y escuelas dominicales, en los que solamente participaban su familia. Como olvidar a nuestro Pastor, que sin compañía humana pero con el respaldo de Dios, predicaba en las calles las gratas nuevas de salvación, y a nuestra amada Pastora, quien realizaba aquel primer miércoles, las dorcas, con oración y llanto, pero con la profunda convicción que Jehová bendice a su pueblo.
Han pasado cinco años, del inicio de la obra en Llolleo alto, y damos gracias al Dios trino, por la bendición que día tras día nos brinda, damos gracias por todos y cada uno de los hermanos que envía a nuestro humilde y sencillo templo, gracias por que al mirar todo el recorrido efectuado en este fugaz quinquenio, podemos decir que todo lo haces tu, y alabamos y bendecimos tu santo nombre por ello, ya que sin ti nada pudo haber sido posible sin tu ayuda. ¡¡¡GRACIAS AMADO DIOS!!!
Al Dios que vive, sea toda honra y toda gloria, desde hoy y para siempre. Amén.
Ha sido un lustro, el que hemos vivido en nuestra amada Iglesia de Llolleo Alto, pero sin lugar a dudas, han sido años atiborrados de sucesos y situaciones inolvidables, el inicio de una obra. Siendo Dios sustentador imprescindible de nuestros amados pastores, Pedro A. Aravena Cisterna y su amada esposa Myriam L. Villarroel Novoa, a quienes nuestro amado Señor les fortaleció en aquellos puntos de predicación, primeros cultos y escuelas dominicales, en los que solamente participaban su familia. Como olvidar a nuestro Pastor, que sin compañía humana pero con el respaldo de Dios, predicaba en las calles las gratas nuevas de salvación, y a nuestra amada Pastora, quien realizaba aquel primer miércoles, las dorcas, con oración y llanto, pero con la profunda convicción que Jehová bendice a su pueblo.
Han pasado cinco años, del inicio de la obra en Llolleo alto, y damos gracias al Dios trino, por la bendición que día tras día nos brinda, damos gracias por todos y cada uno de los hermanos que envía a nuestro humilde y sencillo templo, gracias por que al mirar todo el recorrido efectuado en este fugaz quinquenio, podemos decir que todo lo haces tu, y alabamos y bendecimos tu santo nombre por ello, ya que sin ti nada pudo haber sido posible sin tu ayuda. ¡¡¡GRACIAS AMADO DIOS!!!
Al Dios que vive, sea toda honra y toda gloria, desde hoy y para siempre. Amén.
Comunicaciones DCN
No hay comentarios:
Publicar un comentario